Frase del dia

sábado, 11 de septiembre de 2010

Europa en llamas (II): Las revoluciones en Austria



Los Habsburgo durante la revuelta.

Este era el ultimo de los torbellinos revolucionarios del Siglo XIX (los anteriores tuvieron lugar en 1820 y 1830). Todos tenían un punto de partida común: el orden político europeo surgido del congreso de Viena. Es decir, la restauración de las monarquías absolutistas que habian sido desplazadas de sus respectivos tronos durante el dominio napoleónico. Evidentemente, para tal restauración no se había contado con la amplia mayoría liberal, y esta, en un momento especialmente delicado en la economía (con la reciente plaga de la patata; la quiebra del comercio colonial en Inglaterra; el hundimiento del pequeño comercio en Francia), tradujo sus aspiracioens políticas en una serie de alzamientos liberales y un exaltado fervor nacionalista.
A consecuencia de la oleada se creo el primer Parlamento alemán en Frankfurt, paso previo para la unificación alemana bajo la enseña prusiana. En Austria calaron también los ecos revolucionarios. Sucedió justo cuando Francisco Jose, educado por su rígida madre en complicidad con Metternich y ante la mirada indiferente de su tío el emperador y su padre, cumplió los 18 años. Tras la radicalizacion de la revuelta en Viena, surgieron en tierras checas y húngaras una serie de movimientos nacionalistas que fluctuaban entre la demanda de plena autonomía dentro del imperio y la secesión.
El clima de agitación social se generalizo. Desde Praga llegaron nuevas demandas de reforma constitucional, y el día 13 la reunión de la Dieta de la Baja Austria en Viena se vio interrumpida por una manifestación de estudiantes y obreros, que iniciaron una marcha hacia al palacio imperial exigiendo medidas liberales y la dimisión del canciller Metternich. Esta se produjo al día siguiente, y el 15 el Emperador acepto la creación de la guardia nacional y autorizo la Libertad de prensa. El diplomático Felix de Schwarzenberg ocupo el puesto del canciller, y Fernando I se vio obligado a abdicar en su sobrino, el joven archiduque Francisco Jose I.


Hungría y Croacia

La resistencia húngara contra el gobierno austriaco fue particularmente activa. Hungría formaba parte del imperio austriaco, gozaba desde antaño de privilegios políticos especiales y tenia una Dieta o asamblea legislativa propia. Los nacionalistas húngaros estaban dirigidos por un radical despiadado, Luis Kossuth; en su juventud había alcanzado una gran popularidad como escritor de panfletos, en los que atacaba agriamente la dominación austriaca en Hungria.
Cuando tuvo noticias de los acontecimientos franceses de 1848, declaro violentamente: "Un suspiro pestilente se extiende sobre nosotros desde el osario del sistema vienes, paralizando nuestros nervios y aniquilando nuestro espíritu nacional." Kossuth no solo pedía reformas demoledoras, sino también la equiparacion de Hungría con Austria. El gobierno austriaco, demasiado débil para negarse, tuvo que ceder,y Hungría se convirtió en un estado autónomo dentro del Imperio austriaco.
Mientras tanto, en las provincias meridionales del Imperio tenían lugar acontecimientos similares. En Croacia se reunió una Dieta que exigió la restauración de los antiguos derechos del país y de la lengua vernácula. El conde Jelacic, gobernador de Croacia, dirigía el movimiento. Pero los húngaros consideraban a Croacia como territorio suyo y se opusieron a esas exigencias. Jelacic envió tropas croatas contra los húngaros, probando su lealtad al emperador austriaco, pero fue derrotado. En abril de 1849 Kossuth era proclamado regente de Hungría totalmente independiente.
Desesperado, el gobierno austriaco pidió ayuda al zar de Rusia. Este temía que surgiese victorioso un estado rebelde en las fronteras de la Polonia rusa, donde el pueblo tenia todavía mas razones para el descontento que en Hungría. Los ejércitos austriaco y ruso unidos; ayudados por los croatas de Jelacic, aplastaron a los húngaros en agosto de 1849, cometiendo terribles atrocidades. Kossuth huyo a Turquía y mas tarde a Inglaterra. La constitución húngara fue abolida y el país degradado a simple provincia del imperio austriaco.

Continua

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